La pascua celebra la resurrección de Jesucristo, victorioso sobre la muerte. Su victoria es nuestra victoria. Asumir la resurrección es defender la vida, es el máximo regalo que Dios nos da. Defender la vida contra toda violencia, contra toda opresión, contra todo exterminio, en el contexto de una sociedad donde impera la cultura de muerte. Defender los derechos de los débiles para que todos tengan la oportunidad de disfrutar de los bienes de la creación por igual.
Como Jóvenes enamorados de Jesús, alimentados por la eucaristía y deseosos de servir a Dios, estamos llamados a anunciar al resucitado; estamos llamados a gritar al mundo que en la cruz ha vencido nuestro salvador.
"Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, quien según su gran misericordia, nos ha hecho nacer de nuevo a una esperanza viva, mediante la resurrección de Jesucristo de entre los muertos" 1 Pedro 1, 3