Hoy es un día especial para el pueblo creyente venezolano. Nos sentimos orgullosos de rendir homenaje a nuestra patrona: Nuestra Madre María bajo la advocación de Nuestra Señora de Coromoto. La liturgia de hoy nos trae un bello pasaje bíblico que recoge el momento en que los humildes pastores de Belén acuden al pesebre donde está el Niño Jesús con la Virgen María y José.
Inmediatamente después de que se fueron los ángeles, los pastores actuaron, estaban atónitos pero querían hacer algo al respecto, y lo lógico era ir a ver. No importó la hora, ellos decidieron ir. Lo que debemos aprender de esto es que no se quedaron con la “experiencia”, no quisieron quedarse para si la gloria del Señor, porque realmente la disfrutaron, ellos quisieron ir a ver a su Salvador. Debemos aprender que cuando suceda algo sobrenatural no debemos poner los ojos en las manifestaciones sino en el Salvador.
Sin embargo también vemos otra actitud de los mismos hechos, dice en este pasaje que María guardaba todas estas cosas, meditándolas en su corazón. Esto también nos hace reflexionar, meditarlas porque no debemos sólo ver y oír sino meditar, lo cual es un ejercicio muy olvidado de los hombres y mujeres de este siglo. Según el diccionario, meditar es: Aplicar con profunda atención el pensamiento a la consideración de algo. Profunda atención significa: Poner un énfasis muy fuerte en lo que pensamos de una determinada cosa. No soltarla sino estar “saboreando” la idea, verla por todos lados, analizarla y ver con profundo cuidado todos los detalles de lo que estamos meditando.
Pidamos al Señor en esta gran fiesta de nuestra patrona, la Virgen Maria, Nuestra Señora de Coromoto, que nos envíe Su Espíritu, para que al igual que María, sepamos conservar y meditar en nuestro corazón, todas las cosas maravillosas que nos permite experimentar en nuestra vida espiritual. Amén.
No hay comentarios:
Publicar un comentario